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Aplicaciones
- Planetarium: Es una aplicación web que permite navegar por el cielo nocturno después de haber configurado la latitud y la longitud. Miles de estrellas con informaciones básicas como el nombre, la constelación a la que pertenece y la magnitud que tiene.
Noticias de Ciencia
- Logran sintetizar diversos compuestos de una nueva familia de superconductores de alta temperatura crítica. Quizás ayuden a explicar este fenómeno superconductivo o proporcionen nuevas aplicaciones prácticas. Los superconductores son materiales que conducen la corriente eléctrica sin pérdida cuando están por debajo de cierta temperatura. Los superconductores tradicionales realizan esto cuando su temperatura está muy cerca del cero absoluto. Pero en 1986 se descubrió una familia de superconductores basada en cupratos (óxidos de cobre), como el YBaCuO, que hacían esto mismo a una temperatura relativamente alta (hasta la última marca de 138 K), de tal modo que bastaba nitrógeno líquido (que hierve a 79 K) para que se tornaran superconductores. A pesar de su naturaleza cerámica y lo difícil que es trabajar con ellos se han encontrado algunas aplicaciones prácticas a los mismos. Se cree que los planos de cobre-oxígeno del YBaCuO son los que proporcionan la superconductividad a este tipo de materiales. Pero la explicación última del mecanismo que hay detrás de estos materiales y que les hace superconductores a alta temperatura (relativa) ha traído de cabeza a los físicos desde entonces. Todavía hoy día no hay unanimidad a la hora de explicar su comportamiento, siendo uno de los grandes misterios que hay actualmente en Física. Ahora investigadores japoneses y chinos han descubierto una nueva familia de superconductores de alta temperatura de una composición distinta. Quizás estos nuevos materiales, aunque de menor temperatura crítica (de momento), puedan ayudar a entender este fenómeno. También hay físicos teóricos afirmando que la importancia de la nueva familia será más relevante si se comportan de un modo distinto a los cupratos, ya que si hubiera un nuevo mecanismo detrás del fenómeno de la superconducción sería más fascinante a los ojos de estos. La superconductividad tradicional (descubierta en 1911) puede explicarse mediante la existencia de pares de Cooper. Cuando las temperaturas son muy bajas aparecen los pares de Cooper. Éstos son asociaciones de dos electrones que se mantienen unidos gracias a fonones, que son vibraciones de la red. La atracción mediada por fonones entre estos electrones de spines opuestos es mayor que la repulsión entre sus cargas. Los pares de Cooper son bastante más grandes que el espaciado interatómico de la red cristalina y todos ellos se comportan como un todo que puede avanzar a través de la red sin esfuerzo, por lo que la resistencia eléctrica desaparece. Los fonones son por tanto fundamentales para la superconducción tradicional. A una temperatura relativamente alta (a la temperatura crítica) se terminan destruyendo todos los pares de Cooper y, por tanto, el estado superconductor desaparece. Pero este mecanismo de fonones no puede explicar los superconductores basados en cupratos que desde hace más de 20 años se viene estudiando. Recientemente se ha propuesto que para estos materiales la superconductividad no está mediada por fonones. En los nuevos materiales no hay cobre (algún investigador ha exclamado que se ha “liberado” de la “tiranía” del cobre en un ataque de excitación), aunque se parecen de algún modo a aquellos, pues la nueva familia tiene planos conductores, aunque de hierro-arsénico. El pasado 23 de febrero Hideo Hosono del Instituto de tecnología de Tokio informó en la revista de la Sociedad Americana de Química que un compuesto de lantano, oxígeno, flúor, hierro y arsénico (LaO1-xFxFeAs) se volvía superconductor por debajo de 26 grados Kelvin. El equipo chino, dirigido por X.H. Chen, de la Universidad de Hefei informó el pasado 25 de Marzo que un compuesto de samario, oxígeno, flúor, hierro y arsénico (SmO1-xFxFeAs) tenía una temperatura crítica de 43K. Tres días más tarde Zhong-Xian Zhao afirmaba haber encontrado un compuesto de praseodimio (PrO1-xFxFeAs) con una temperatura crítica de 52 kelvins. Y el pasado 13 de abril este mismo grupo entraba una temperatura crítica de 55 kelvins en este último compuesto cuando era sometido a presión. Estos nuevos materiales tiene una estructura cristalina muy similar y los cálculos sugieren que las vibraciones de la red o fonones no proporcionan el mecanismo superconductivo. El descubrimiento de esta nueva familia ha cogido por sorpresa a los investigadores del campo, ya que la naturaleza magnética del hierro debería de interferir en la formación de pares de Cooper. Quizás las fluctuaciones del spin jueguen un papel importante en este caso como se cree que lo hace en los cupratos, aunque quizás en este caso este mecanismo no sea suficiente. Otras especulaciones (de momento no hay otra cosa) hablan de fluctuaciones orbitales. La cuestión es si estos superconductores se comportan de la misma manera en la que lo hacen los superconductores basados en cupratos. Ambos tienen estructuras planares por donde circulan los electrones, exhiben antiferromagnetismo y son malos conductores por encima de la temperatura crítica, pero el estado electrónico de los nuevos surge de dos electrones de los iones de hierro en lugar de uno en los iones de cobre. La síntesis de estos materiales y los que quedan por llegar traerá sin duda mucha excitación al mundillo de la superconductividad. Además de hacernos pensar sobre la naturaleza de la superconductividad a alta temperatura, este descubrimiento nos haga plantearnos si hay otras familias de superconductores de alta temperatura que funcionen a temperaturas muy superiores. Una ventaja de los nuevos superconductores es que son más fáciles de fabricar y manufacturar que los cupratos, cuya naturaleza cerámica les confiere mucha fragilidad. Los avances en superconductores basados en cupratos han sido muy pocos en los últimos años. Si se aumentara la temperatura crítica en los recientemente descubiertos desbancarían a los cupratos como materiales comerciales. Incluso se podría soñar con trenes de levitación magnética comerciales viables económicamente, envío de energía eléctrica a gran distancia sin perdida, etc. Mientras tanto siempre podremos soñar con superconductores a temperatura ambiente.
Miércoles, 30 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- La vela solar eléctrica, que emplea cables cargados eléctricamente, sería un método rápido y barato de explorar el sistema solar. La vela solar es un concepto antiguo, consistiría en una lámina finísima y muy extensa que actuaría como la vela de un barco, pero en el espacio. La luz y el viento solar la empujarían y ésta arrastraría una carga útil por el sistema solar. Por tanto estas velas no necesitan combustible, siendo ligeras y efectivas. Pero el despliegue de estas velas en el espacio no es fácil. Se necesitan superficies muy grandes para generar suficiente fuerza de empuje, y cuanto más grande sea la vela más difícil de desplegar será. Ahora el Instituto de Meteorología de Finlandia propone un concepto un poco diferente: la vela solar eléctrica. El desarrollo de esta idea ha necesitado de dos años de estudios por parte de Pekka Janhunen. Este concepto podría revolucionar la propulsión dentro de nuestro sistema solar y por tanto tener un gran impacto en investigación espacial. El Sol genera un continuo flujo de partículas en estado de plasma que viajan en dirección radial hacia el exterior. Este viento está compuesto principalmente por protones y electrones, que son los que generan las auroras boreales y australes en la Tierra al chocar contra las capas altas de la atmósfera. La vela solar eléctrica se aprovecharía concretamente del flujo de protones. La idea es generar un campo eléctrico positivo que repela estos protones sin que se necesite una superficie sólida de gran tamaño. El dispositivo consiste en un conjunto de cables metálicos (50 ó 100) de gran longitud (20 Km aprox.) dispuestos radialmente y cargados positivamente gracias a un sistema que bombea hacia fuera los electrones del metal. Como a los cables les rodea un campo eléctrico, a los ojos del viento solar aparentan ser muy gruesos. Lo más difícil es construir unos cables finos lo suficientemente ligeros que resistan el impacto de micrometeoritos. Una posible solución a este problema sería enlazar unos cables radiales con otros perpendiculares a ellos hasta conseguir una disposición similar a la de la tela de una araña. En la Universidad de Helsinki desarrollaron un sistema de soldadura por ultrasonidos que permite disponer de cables bajo casi cualquier geometría que permitiría construir la vela solar eléctrica. Para poder desplegar los cables, y que éstos formen una superficie plana, pretender hacer girar el conjunto sobre si mismo para que así la fuerza centrífuga haga el trabajo. La vela solar eléctrica sería un método rápido y barato de explorar el sistema solar, además permitiría explotar los recursos que pudiera haber en los asteroides, según estos científicos. Con las medidas dadas anteriormente se podría conseguir acelerar una carga útil de 200 Kg hasta que en un año alcanzase una velocidad e 30 km/s. De este modo una misión a Plutón se podría completar en menos de cinco años. Calculan que con cargas menores se podrían conseguir velocidades de incluso 100 Km/s. Los investigadores ya están planeando una primera misión de prueba para un futuro próximo. Ésta consistiría en una vela de ocho cables de 1 Km de largo que tiraría de una carga de pago consistente en poco más que un acelerómetro para así medir la aceleración conseguida. Esperemos que funcione, ya que la tecnología espacial necesita, evidentemente, de ideas nuevas y que éstas se apliquen.
Martes, 29 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Unos investigadores muestran que para nuestros cerebros es tan importante el dinero como el estatus social que tenemos. ¿Qué es más importante el dinero o el estatus social? Según los investigadores National Institute of Mental Health la región del cerebro denominada estriatum los sopesa uno contra el otro a la hora de tomar decisiones, siendo los dos importantes. De hecho los circuitos neuronales implicados se activan por eventos importantes relacionados con un cambio en el estatus jerárquico tan intensamente como cuando se gana dinero. Los que sueñan con una sociedad sin clases sociales puede que se frustren con este resultado, pues la percepción de la jerarquía estaría profundamente grabada en nuestros cerebros, y por tanto en nuestra naturaleza biológica. Además, estos investigadores sugieren que nuestra posición social influye intensamente en nuestras motivaciones, así como en nuestra salud mental y física. En estudios previos se mostró que el estatus social es un buen indicador de la salud. En animales estresados por su posición social se observo que tenían problemas cardiovasculares y padecían ansiedad y depresión. En un estudio clásico realizado en el funcionariado del Reino Unido se comprobó que los individuos de menor rango tenían más probabilidades de tener problemas de salud y mayores posibilidades de morir prematuramente. Un rango bajo comprometía la salud a través de sus efectos psicológicos. De este modo, la limitación del control sobre nuestras propias vidas o de nuestras relaciones con los demás, inherentes a tener un rango bajo, pasaba finalmente una factura en la salud. Por otro lado, en jerarquías con movilidad, en las que se podía subir y bajar en el escalafón, se vio que aquellos que estaban en la cumbre sufrían de problemas ligados al estrés ante la posibilidad de poder perder su posición. Caroline Zink, Andreas Meyer-Lindenberg y sus colaboradores usaron resonancia magnética funcional para estudiar este asunto. Para ello crearon una jerarquía artificial con 72 voluntarios que jugaban individualmente a un juego de ordenador especialmente diseñado con el que podían ganar dinero real mientras que se vigilaba su actividad cerebral. Se les asignaba un rango en una jerarquía ficticia basado en sus supuestas habilidades jugando al juego en relación a otros “jugadores” simulados. Los sujetos del estudio, a los que se sometió al experimento individualmente, desconocían que los otros jugadores con los que jugaban simultáneamente eran ficticios. Pero mientras jugaban los participantes reales podían ver las puntuaciones y fotos de los otros “jugadores” inferiores o superiores en rango y que supuestamente jugaban en otras habitaciones simultáneamente. Los investigadores podían controlar el efecto que los resultados de los demás tenían sobre el individuo estudiado manipulando los resultados de los jugadores ficticios. Se les aseguró que los resultados de los demás no afectarían sus ganancias monetarias, tendrían por tanto efecto solamente sobre su posición en la jerarquía. Aunque sabían que la puntuación de los demás no afectaba a sus propios resultados y recompensas (de hecho se les dijo que lo ignoraran), la actividad cerebral y el comportamiento de los participantes se veían fuertemente influenciada por su propia posición en la jerarquía frente a la de los demás. Es decir, los jugadores se preocupaban por su puesto en la jerarquía pese a que no influía en el dinero que ganaban. Según Zink el procesamiento de la información jerárquica parece estar fuertemente arraigado en nuestros cerebros, ocurriendo incluso fuera de un ambiente “competitivo”, subrayando lo importante que es para nosotros. Entre los resultados encontrados se pueden citar que el estriatum ventral respondía a la posibilidad de subir o bajar en el rango tanto como a una recompensa monetaria, confirmando el alto valor del estatus social. Con solamente ver a un jugador de mayor rango, a diferencia de uno inferior, se activaba un área cerca de la parte frontal del cerebro que parece medir a las personas, realizándose un juicio interpersonal y asignándose un estatus social. Un circuito en la parte frontal central del cerebro, que procesa las intenciones y motivaciones de los demás, y las regiones profundas del cerebro, que procesan las emociones, se activaban cuando la jerarquía terminaba siendo inestable y permitía una movilidad hacia arriba o hacia abajo. Jugar mejor que un jugador de rango superior activaba regiones que controlan la planificación acciones, mientras que al jugar peor que un jugador inferior se activaban regiones cerebrales asociadas con el dolor emocional y la frustración. Cuanto más positiva era la disposición o estado de ánimo experimentada por los jugadores al ganar más intensa era la actividad cerebral en la circuito de dolor emocional cuando veían un resultado que les bajaba en el escalafón. Es decir, la gente que sentía más felicidad cuando ganaban sentía más dolor cuando perdían. Esta activación del circuito del dolor emocional podría estar detrás del riesgo de sufrir problemas de salud derivados del estrés entre individuos competitivos. La clave es que todo esto proporciona la prueba de que nuestro cerebro considera la posición jerárquica tan importante como otro tipo de recompensas y que medimos nuestros beneficios en función de los beneficios de los demás. Nuestro cerebro sería exquisitamente sensible a la posición jerárquica. Si la jerarquía es estable podemos ignorar a aquellos que están por debajo y concentrarnos en los que están por encima. Si es inestable, y podemos perder nuestro estatus, entonces aparecen las emociones y los problemas. Ahora estos investigadores están planeando seguir con el estudio en pacientes con problemas mentales, como esquizofrenia o autismo. Además están explorando unas particulares variantes de genes que podrían afectar la respuesta cerebral en este tipo de experimentos.
Lunes, 28 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- El cerebro está condicionado por defecto para demandar un trato justo. Esto depende de la parte emocional del mismo, que en este caso se impone a la parte racional. El cerebro humano está configurado para percibir el sentido de la equidad. ¿Es la justicia un simple truco que adoptamos sólo cuando secretamente vemos ventajas en ella para nosotros? Muchos psicólogos han abandonado recientemente la visión puramente utilitarista por ser demasiado simple. Ésta también ha sido la visión de los economistas que mantienen que los seres humanos tomamos siempre decisiones racionales, consciente e inconscientemente, que maximizan nuestros intereses económicos. Pero el juego del ultimátum ya reveló que esto no siempre es así. Los recientes avances en ciencias cognitivas y neurociencias permiten ahora aproximarse a la cuestión de diferentes maneras, obteniéndose resultados intrigantes. Golnaz Tabibnia y sus colaboradores de UCLA han usado el juego del ultimátum para explorar el sentido de la equidad o justicia y el interés propio en un laboratorio. Desde estas páginas hemos tratado el fascinante test psicológico denominado “juego del ultimátum”. En el juego del ultimátum participan dos personas y se juega con dinero real. Al llamado proponente se le da una cierta cantidad de dinero que tiene que dividir en dos partes no necesariamente iguales y quedarse con la que se le antoje. El respondedor tiene entonces dos opciones: quedarse con la parte que ha dejado para él el proponente o decidir que los dos se quedan sin ninguna. Los dos conocen las reglas del juego previamente y el respondedor conoce el reparto realizado por el proponente. Además, el juego es a solamente una mano. Aunque se puede repetir, no será con los mismos jugadores. Estos científicos exploraron una variante de este juego en la que la ganancia del respondedor era siempre de 5 dólares, pero en las que unas veces esa cantidad era una proporción baja del total y otra veces la mitad o casi de la suma inicial. Es decir, en el primer caso sería un reparto injusto y en el otro justo. La idea era asegurarse de que los sujetos respondían sólo a la idea de equidad y no al monto de las ganancias. Se pidió además a los participantes que puntuaran en una escala el grado de felicidad o desprecio que sentían. Se encontraron con unos resultados interesantes: incluso cuando la ganancia era siempre la misma los sujetos estaban muy contentos cuando la oferta era justa y muy desilusionados cuando la oferta se alejaba del 50%. Estos investigadores querían saber si había algo inherentemente gratificante en ser tratado con decencia. Así que vigilaron la actividad cerebral de los sujetos mientras participaban en el juego. Encontraron que cuando la oferta era miserable la ínsula anterior, que es la región asociada con las emociones negativas como pueda ser indignación moral, se activaba significativamente. Sin embargo, encontraron que el estriado ventral, región asociada a los mecanismos de recompensa, se activaba cuando los sujetos eran tratados equitativamente, aunque la ganancia en ambos casos era la misma. Según informan en su artículo del número de abril de Psychological Science, el cerebro encuentra el comportamiento egoísta emocionalmente desagradable (obviamente el de los demás), y un grupo de neuronas diferente encuentra la equidad edificante. Es más, estas señales emocionales suceden en estructuras que son rápidas y automáticas, así que parece ser que el cerebro emocional deniega o desautoriza la actividad de la parte racional de la mente, que es más deliberativa. Enfrentándose a un conflicto la posición por defecto del cerebro es, por tanto, demandar un trato justo. Además, cuando los científicos examinaron el cerebro de aquellos que se tragaban su orgullo por unos dólares, la actividad cerebral mostraba un patrón específico. Parecía ser que la parte inconsciente de la mente puede temporalmente apaciguar los ánimos de una respuesta de desprecio, permitiendo a la parte racional y utilitaria del cerebro mandar, al menos momentáneamente. Si le pagan igual que a sus compañeros de oficina aunque usted saque adelante más trabajo ya sabe por qué esto le hace sentir mal.
Jueves, 24 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- La reconexión total de las redes de genes de un organismo es posible, hecho que da lugar a nuevas propiedades y aporta pruebas claras que demuestran que la evolución tiene pocas barreras para generar nuevas propiedades. Existe un acalorado debate sobre si los organismos son resultado del diseño inteligente o de la evolución. Los defensores del diseño inteligente creen que el azar y la selección son demasiado casuales y lentos para permitir la aparición de nuevas y complejas propiedades. En concreto, argumentan que los pasos intermedios existentes al modificar los genes para crear algo nuevo posiblemente desorganicen el sistema existente y sean malos para el organismo (a nadie le gustaría tener sólo medio ojo). El estudio, dirigido por Mark Isalan, jefe del grupo de Ingeniería de Red Génica y Luis Serrano, coordinador del programa de Biología de Sistemas y jefe del grupo de Diseño de Sistemas Biológicos, del Centro de Regulación Genómica en Barcelona, se publica mañana en la prestigiosa revista Nature. Si bien es cierto que parece increíble que los organismos sean capaces de hacer frente a procesos extremos de mutación y reorganización de genes, en Isalan et al. se muestra precisamente eso. Este trabajo describe un nuevo método que conecta artificialmente las redes de información del genoma de la bacteria Escherichia coli que normalmente no están en contacto. La mayoría de las bacterias no sólo sobreviven con las nuevas redes de transcripción, sino que algunas adquieren nuevas propiedades que las hacen mejores que las bacterias originales en condiciones extremas. Por ejemplo, algunas sobreviven mejor a 50ºC o tienen una media de vida superior después de llegar a la madurez. Parece pues que los organismos tienen una capacidad innata para permitir la evolución. Esta nueva y revolucionaria metodología abre las puertas a una evolución mucho más rápida que ofrece multitud de nuevos fenotipos o propiedades. Esto se traducirá en aplicaciones útiles en biotecnología, como por ejemplo, en la producción de biofuel a partir de microorganismos más eficientes. Finalmente, la evolución celular de las redes de genes podría permitir la producción de nuevas propiedades en una amplia variedad de células y esto tendría profundas implicaciones para la salud humana.
Miércoles, 23 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Un modelo matemático sugiere que las posibilidades de encontrar formas de vida similares a las terrestres en planetas como la Tierra son bajas. ¿Hay alguien ahí afuera? Según un científico de University of East Anglia probablemente no. Un modelo matemático de Andrew Watson sugiere que las posibilidades de encontrar formas de vida similares a las terrestres en planetas como la Tierra son bajas. Esto se debería al tiempo necesario para que surjan por evolución seres vivos similares a los humanos y a que su especie permanezca viva durante el tiempo suficiente. La vida estructuralmente compleja y la inteligencia evolucionaron tarde en la historia de la vida en la Tierra. Además se ha sugerido que este proceso quizás esté dirigido por un número de pasos evolutivos pequeños pero muy improbables. Watson tomó esta idea y la desarrolló basándose en la probabilidad de que cada uno de estos pasos críticos ocurriera en relación a la duración de la vida sobre el planeta. Como resultado obtuvo un modelo matemático para evolución de la vida inteligente. Según él un límite a la habitabilidad de la Tierra, o a otro planeta similar, viene dado por el brillo de su sol. Según los modelos de evolución solar el brillo de nuestra estrella está aumentando, mientras que los modelos de temperatura sugieren que por culpa de esto a la vida sobre el planeta le queda sólo otros mil millones de años, un lapso de tiempo corto si lo comparamos con los 4000 millones de años (o más) que hasta ahora lleva la vida en la Tierra. En su opinión la biosfera terrestre está ahora en su “vejez” y esto tiene implicaciones para nuestro entendimiento de la infancia de la vida compleja e inteligencia que puedan aparecer en otros planetas. Según él, “hasta el momento la Tierra es el único ejemplo que tenemos de planeta con vida. Si supiéramos que el planeta hubiera sido habitable por un periodo de tiempo determinado y que hubiéramos evolucionado pronto en este periodo, entonces, incluso con una muestra de sólo una unidad, hubiéramos sospechado que la aparición por evolución de formas de vida compleja e inteligencia sería propensa a ocurrir. Por el contrario, ahora sabemos que surgimos en el periodo habitable más tardío, y esto nos sugiere que nuestra aparición fue poco probable que sucediera. De hecho, la coordinación de los eventos es consistente con un suceso muy raro”. Según este científico el número de pasos evolutivos necesarios para crear vida inteligente, en el caso humano, son cuatro. Éstos incluyen la aparición de las primeras bacterias, de las células complejas, de las células especializadas que permiten formas de vida compleja y finalmente de la aparición de la inteligencia con un lenguaje establecido. La vida compleja está separada de las formas de vida más simples por pasos muy improbables y por tanto será mucho menos común. La inteligencia está un paso más allá, pero es todavía mucho menos común, afirma Watson. Su modelo, publicado en Astrobiology, sugiere que el límite superior para la probabilidad de que cada paso ocurra es de un 10% o menor, por lo que la posibilidad de que surja la vida inteligentes es baja: menos del 0,01% en 1000 millones de años. Cada paso es independiente de los demás, pero sólo pueden ocurrir una vez se han dado secuencialmente los anteriores a él. Están espaciados de manera más o menos equidistante a lo largo de la historia de la Tierra y esto es consistente con algunas de las transiciones más importantes identificadas en la evolución de la vida sobre este planeta.
Martes, 22 de Abril de 2008
Aplicaciones
- Logoease.com: Esta web permite a sus usuarios diseñar logomarcas usando componentes predefinidos. Primero hay que registrarse, luego tendréis que indicar la categoría de la marca que deberá ser creada: abstracto, frutas, medicina, etc.
Noticias de Ciencia
- Unos científicos opinando sobre el documental “Una verdad incómoda” dicen que éste sirve para concienciar a la gente aunque contenga inexactitudes y exageraciones. No hay duda de que el documental de Al Gore es un poderoso ejemplo de cómo el conocimiento científico puede ser difundido a una audiencia profana. Lo que se debate es si presenta adecuadamente los argumentos científicos que avalan que el calentamiento global está causado por la actividad humana. Los expertos en cambio climático expresan su opinión sobre la validez científica del documental en una serie de artículos publicados online por la revista GeoJournal que edita Springer. La película versa sobre una campaña de Al Gore emprendida para educar a ciudadanos de todo el mundo sobre el calentamiento global e inspirarlos para que tomen medidas. Los artículos de GeoJournal están de acuerdo en que se hace una excelente labor sobre la concienciación del público, sobre el calentamiento global como producto humano y de cómo el aumento del dióxido de carbono lo produce a través del efecto invernadero. Están de acuerdo también en que su principal defecto es que usa eventos individuales extremos, como el huracán Katrina, para demostrar la existencia del calentamiento global. En opinión de Eric Steig, de Washington University, el documental trata los fundamentos científicos bien, pero los errores de hecho que contiene no socavan el mensaje principal de la película, que explica la teoría del aumento del dióxido de carbono como causante de la tendencia al calentamiento de la baja atmósfera. John Nielsen-Gammon, de Texas A&M University, está de acuerdo con que los principales argumentos científicos presentados en el documental son en su mayor parte consistentes con el peso de las pruebas científicas. Según él, desafortunadamente, desprecia toda la información que se puede obtener de los modelos computacionales, y en su lugar descansa enteramente sobre registros de datos del pasado y observaciones actuales. Esto incrementa el impacto emocional de la película pero debilita la argumentación científica. David Legates de University of Delaware aprueba las afirmaciones sobre las tendencias en precipitaciones, inundaciones, sequías y tormentas en particular. Pero concluye que hay errores significativos en la película, debido al alarmismo y la exageración, que dan la falsa impresión de que tanto el estado actual del cambio climático como de la ciencia sobre este tema están totalmente asentados. Roy Spencer de University of Alabama in Huntsville desacredita la validez científica del documental. Según su punto de vista, la principal omisión de la película es que mientras que los humanos son ciertamente responsables del calentamiento global, hay otras causas naturales que producen variabilidad climática que el documental no menciona. En su opinión la verdadera verdad incómoda es que la ciencia no tiene ni idea de qué proporción se debe a causas humanas y qué parte a las naturales. Gerald North, de Texas A&M University, afirma que a pesar de que el documental contiene inexactitudes y exageraciones, visto globalmente representa la principal visión científica sobre el calentamiento global. Steven Quiring, de la misma institución y autor de la introducción en el especial de GeoJournal, llega a la conclusión de que independientemente de si gusta o no a los científicos, “Una verdad Incómoda” ha tenido un mayor impacto en la opinión pública y en la concienciación pública sobre el cambio climático que cualquier artículo científico académico.
Lunes, 21 de Abril de 2008
Aplicaciones
- WikiFM: Es un proyecto que integra información de artistas y músicas con archivos de audio y la letra de las canciones. Aunque de momento no dispone de un dominio propio, es interesante poder ver biografías mientras se escuchan los temas de last.fm, la revolución social musical en español.
Aplicaciones
- WetFloorMaker: Esta aplicación te permite añadir reflejos a tus imágenes. El proceso es muy sencillo, consiste simplemente en seleccionar una imagen, ajustar los parámetros que ofrecen a tu gusto, como el ángulo, la altura de la cámara, el brillo, la reflectividad y los colores del suelo y el cielo. Una pequeña desventaja que tiene es que no se puede insertar las imágenes automáticamente o enviarlas, solo permite "guardarlas como".
Noticias de Ciencia
- En un experimento realizado en el mundo natural unos biólogos aportan fuertes pruebas que apoyan la idea de que la adaptación al ambiente acelera la creación de nuevas especies. Para defenderse de los creacionistas que atacan el pensamiento racional en general, y la ciencia en particular, lo ideal es difundir los resultados sobre evolución que van apareciendo en la bibliografía científica. El último resultado en este sentido viene a dar la razón a Darwin una vez más. En un experimento realizado en el mundo natural unos biólogos aportan fuertes pruebas sobre una de las piedras angulares del pensamiento darwiniano: la adaptación al ambiente acelera la creación de nuevas especies. Según Patrik Nosil de University of British Columbia un rasgo adaptativo como el color puede mover a una población hacia el proceso de creación de especies, pero la adaptación en muchos rasgos puede requerirse realmente para completar la formación de una nueva especie. Cuantos más caminos tenga una población de adaptarse a su entorno único, más propensa será de divergir a una especie separada del resto. Nosil estudió insectos palo (Timema Podura, T. cristinae y T. chumash) en el chaparral de Santa Barbara en el sur de California. Estos insectos no pueden volar y viven de alimentarse de las plantas en las que habitan. Hay diferentes “ecotipos” de estos insectos sobre diferentes especies de plantas y exhiben un patrón de color específico que encaja con las plantas en donde viven y se camuflan. Así por ejemplo un ecotipo de estos insectos (T. cristinae), cuya planta anfitrión tiene hojas en forma de aguja, tiene una línea blanca a lo largo de sus verdes cuerpos (ver foto). Mediante el desplazamiento de algunos ecotipos de su planta anfitrión y protegiéndolos de los depredadores naturales, Nosil encontró que el patrón de color podría iniciar la especiación, mientras que la selección natural o rasgos adaptativos adicionales, como la habilidad para inmunizarse frente a toxinas vegetales específicas, “sellaría el pacto” o completarían el proceso de especiación iniciado por las diferencias en el patrón de color inicial. Según Nosil, la selección natural ha sido ampliamente considerada como la causa de la adaptación en las especies existentes, mientras que la investigación actual se ha centrado más sobre la genética y la geografía como las fuerzas que dirige la especiación. Como ya adelantó Darwin en su teoría, la selección natural es la clave que dirige la especiación, y según Nosil éste sería el primer experimento de este tipo realizado fuera del laboratorio, siendo los hallazgos excitantes.
Jueves, 17 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Los modernos científicos nucleares han descubierto recientemente una isla de estabilidad en los mares de la tabla periódica donde habitan elementos superpesados. Ya especulan sobre una segunda. En el congreso número 235 de la American Chemical Society uno de estos científicos asistentes ha descrito cómo los investigadores están buscando esa nueva isla a mayor distancia. Según Yuri Oganessian, del instituto de investigación nuclear de Dubna (Rusia), ahora que se ha demostrado la existencia de la isla de estabilidad de elementos superpesados sería interesante comprobar la posición de otras islas predichas teóricamente. El descubrimiento de elementos superpesados a principios de este siglo por parte del grupo de este investigador confirmó la existencia de la isla de estabilidad, una región de la tabla periódica con elementos estables de alto número atómico. La metáfora de la isla surge porque los elementos colindantes son tan inestables y de vidas tan cortas que se puede decir que tales elementos (o sus isótopos) no existen, mientras que los elementos superpesados de la isla son mucho más estables (aunque terminan por desintegrarse al poco tiempo de ser creados de todos modos). El grupo de Oganessian y el Lawrence Livermore Laboratory (California) consiguieron sintetizar (¿descubrir?) en los pasados seis años los elementos 113, 114, 115, 116 y 118. Estos elementos no existen en la Naturaleza y sólo se pueden obtener mediante colisionadores de iones pesados. La tabla periódica de los elementos es un listado ordenado que, atendiendo a diversos criterios, distribuye los distintos elementos químicos conforme a ciertas características. Estos elementos se combinan químicamente entre sí para formar las sustancias que forman todo el Universo o el cuerpo humano. Los elementos más ligeros como el hidrógeno, helio o litio surgieron en el Big Bang, mientras que los elementos un poco más pesados se sintetizan en el interior de las estrellas gracias a reacciones nuclear de fusión. Los más pesados que el hierro se originan en las propias explosiones de supernovas. Los elementos inestables que se pudieran sintetizar en este último proceso terminan por desintegrarse, por eso no se encuentran elementos más pesados que el uranio (elemento número 92) en la Naturaleza. El resto se tienen que sintetizar en los laboratorios de Física Nuclear. En estos lugares se aceleran átomos ionizados y se los hace chocar contra otros a un décimo de la velocidad de la luz para forzar su fusión. Las características químicas de los elementos dependen de los electrones. Éstos “órbitan” alrededor del núcleo por “capas” que se van llenando. Que la última capa esté más o menos llena produce las características químicas particulares del elemento. Por eso los elementos se distribuyen por grupos (columnas) en la tabla periódica, porque los elementos de una misma columna tienen propiedades similares al tener sus últimas capas rellenas de electrones de forma similar. Como el número de electrones depende del número de protones del núcleo, que es igual al número atómico, según aumenta éste se van llenando las distintas filas (periodos) de la tabla periódica de manera cíclica. En la isla de estabilidad ha surgido la polémica. El elemento 114, que según su posición en la tabla periódica debería de comportarse químicamente como el plomo, según el grupo de Dubna parece que se comporta más bien como un gas noble. Achacan este supuesto comportamiento a un efecto relativista de los electrones más externos de los átomos de este elemento, que se moverían a una velocidad en la que los efectos relativistas se deberían de notar más. Los efectos relativistas se observan en otros elementos que no son necesariamente exóticos, y no plantean problemas. Pero, según los teóricos, efectos tan dramáticos como los supuestamente observados en el elemento 114 sólo se darían en elementos muy muy pesados, del orden del 160 ó 170 de número atómico. Quizás estos problemas son una consecuencia de que este elemento decaiga al cabo de unos segundos y no se puedan medir bien sus características químicas. Este elemento es producido fusionando núcleos de calcio y plutonio. El átomo resultante consigue su neutralidad eléctrica tomando electrones de la atmósfera de argón ultrafrío que es preparada dentro de un tubo recubierto interiormente de oro. Para medir sus características químicas lo más rápidamente posible los investigadores colocan este tubo en la zona de síntesis. Los átomos metálicos similares químicamente al plomo tenderían a fijarse a esa superficie de oro, recorriendo poca distancia desde su síntesis, pero un gas noble recorrería más distancia al no interaccionar químicamente con nada, y menos con el oro. Ésto es precisamente lo que observan estos investigadores para el elemento 114. El grupo de Oganessian está ahora intentando sintetizar el elemento 120 y otros en la isla de estabilidad. Este investigador cree que a mayor distancia debe de haber otra u otras islas de estabilidad que deberían de ser exploradas en un futuro. Cree que esta nueva isla, según las predicciones de los cálculos teóricos, debe de estar muy lejos de la primera, alrededor del número atómico 164. Es difícil llegar a esta isla y los físicos necesitarán aumentar la intensidad del haz de iones y probablemente construir nuevos aceleradores para esta meta. Sobre las posibles aplicaciones de este tipo de investigaciones se podría citar como ejemplo el americio, elemento número 95 que fue descubierto en 1944, que se usa en detectores de humo y en medicina, así como en algunos procesos industriales. Aunque para los elementos superpesados cuesta imaginar aplicaciones, sobre todo por la poca cantidad que se puede sintetizar y lo rápido que desaparece. Estos investigadores se mueven en el mar de isótopos a bordo de potentes maquinas, guiándose por cartas marinas (en parte teóricas) cuyas latitud y longitud son el número de protones y neutrones. Esperan llegar a una nueva isla sin que el “escorbuto” o el hambre les alcance. En cuanto a lo que haya en esas otras islas de estabilidad sólo lo sabremos cuando lleguen allí. Quizás les espere un El Dorado sólo para físicos, lleno de los elementos de comportamiento extraño.
Miércoles, 16 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Las mejoras en tecnología LED y de plasma podrían jubilar pronto a las bombillas incandescentes y de fluorescentes. Las tradicionales bombillas incandescentes son muy poco efectivas, gran parte de la energía introducida en el sistema no es convertida en luz. Aunque últimamente se esta incrementando el uso de bombillas de bajo consumo, que son tubos fluorescentes enrollados sobre sí mismos. Éstos son más efectivos que las bombillas incandescentes y su uso ayuda a reducir el consumo de energía eléctrica y por tanto a disminuir el efecto invernadero al arrojarse menos dióxido de carbono a la atmósfera. Lamentablemente no hay nada perfecto en este mundo y el aura ecológica de estas bombillas fluorescentes desaparece en el momento en que nos damos cuenta de que están rellenas de vapor de mercurio, un metal pesado muy tóxico. Si su uso se generalizara habría que implementar una cadena de reciclado para su recuperación. Millones de personas usando este tipo de bombillas y arrojándolas una vez usadas a la basura es un lujo que no nos podemos permitir. Un sistema tan efectivo o más que estos tubos fluorescentes son las bombillas de sodio a baja presión que, aunque dan una luz monocroma, pueden utilizarse en la vía pública o en las carreteras. Además minimizan la contaminación luminosa. Aunque no las podamos utilizar dentro de las casas, es una pena que las administraciones se hayan olvidado de ellas en exteriores. Sin embargo, hay esperanzas de poder conseguir un sistema de iluminación perfecto dentro de poco. La primera solución sería el uso de diodos emisores de luz o LED. Ya se utilizan en los semáforos o en los automóviles. Son sistemas muy efectivos, pero los mejores en cuestión de eficiencia son LED que dan luz de un sólo color. Incluso los LED blancos existentes proporcionan una luz de tono azulado que es desagradable para la gente y son poco efectivos. Esto podría cambiar gracias a un desarrollo reciente. Un grupo de investigadores turcos ha experimentado con nanocristales dispuestos en dos capas alrededor de un LED azul. La primera capa es de seleniuro de cadmio y la segunda de sulfuro de zinc. Los nanocristales absorben parte de la luz azul y emiten luz roja y verde que en combinación con parte de la luz original proporciona una suave luz blanca neutra. La combinación de distinta cantidad de nanocristales de diversos tipos proporcionaría además un espectro a la carta para así ajustarse a los gustos de los consumidores. El dispositivo final produce unos 300 lúmenes de luz por vatio consumido que en comparación con los 30 ó 60 de los LED blancos actuales es una sensible mejora. Este LED es de momento experimental y no será fácil desarrollar la tecnología para hacer los recubrimientos con nanocristales, pero es de imaginar que se consiga en un futuro cercano. La otra tecnología que quizás se imponga es la de plasma. La empresa californiana Luxim afirma haber logrado un sistema que proporciona un espectro igual al del Sol con una eficiencia muy alta. Según los datos de la empresa su sistema es 10 veces más efectivo que las bombillas tradicionales y el doble mejor que los LED comerciales, proporcionando 140 lúmenes por vatio. La ampolla, de tamaño minúsculo, en el que está basado este sistema tiene una vida de 20.000 horas y suministra más de 30.000 lúmenes (ver vídeo) de potencia luminosa (¡sólo una de ellas!), algo que un LED, comercial o experimental, es incapaz de proporcionar. El nuevo sistema, que está listo para su comercialización, se basa en una ampolla de vidrio rellena de argón y otra sustancia que llaman “puck” y que parecer ser una halogenuro metálico. Una señal de radiofrecuencia excita, sin necesidad de electrodos o conectores eléctricos de ningún tipo, el contenido de la ampolla que se trasforma en una plasma a 6000 grados kelvin (la misma temperatura que la superficie del Sol) que genera una intensa luz. La empresa desarrolló en principio este sistema para iluminar sistemas de proyección, pero ya está pensando en comercializarlo para luces en la vía pública y quizás para otros usos.
Martes, 15 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Al igual que los pingüinos y otros animales el ser humano intercambia regalos y recursos por sexo. Las hembras de los pingüinos se emparejan con los machos que les traen piedras para construir el nido. Las colibríes se emparejan para tener acceso a las flores más productivas que están guardadas por grandes machos. Según el investigador Danile Kruger, de University of Michigan School of Public Health, incluso los estudiantes universitarios ricos que no necesitan recursos intentan intercambiar sexo por provisiones. El intercambio de recursos por sexo (que los expertos del campo denominan regalos nupciales) ha sucedido a los largo de la historia de numerosas especies, incluida la especies humana, según Kruge. El macho de la especie ofrece protección y recursos a la hembra y su descendencia a cambio de los derechos reproductivos. Así por ejemplo, los matrimonios concertados pueden considerarse un contrato de intercambio de recursos. Sin embargo, resultados recientes sugieren que este comportamiento está muy arraigado y persiste independientemente de lo rico que se sea o de los recursos y seguridad que la gente tenga. Según este investigador es impresionante hallar este patrón en los estudiantes de la investigación, ya que se ha encontrado con este comportamiento en personas que no tenían necesidad de él, pues esta tendencia se puede ver en personas que ya están sobradas de recursos. Además, hay diferencias sexuales predecibles en el tipo de intentos de intercambio. Los hombres son más proclives a invertir para obtener sexo, mientras que las mujeres tienden más a dar sexo a cambio de inversión. Para el estudio los investigadores entrevistaron a 475 estudiantes para descubrir si intentaban intercambios en la apropiada “moneda reproductiva” fuera del sistema de citas románticas convencionales o de las relaciones formales, y si eran conscientes de los intentos de los demás en este mercado. Según Kruge, aunque el estudio estaba limitado a estudiantes universitarios este tipo de intercambios suceden a los largo de todo el mundo en diferentes culturas y especies. La mayoría de los estudiantes eran muy conscientes de sus propios intentos de canje en moneda reproductiva, dijo Kruger. Sin embargo, si tenían una relación estable no veían la relación de pareja como un intercambio en moneda reproductiva. El estudio encontró que, en general, el intento de intercambio de inversión por sexo tiene éxito solamente en alrededor del 25 por ciento de las veces. Los alumnos que participaron en el estudio tenían entre 18 y 26 años de edad. En cuanto a los intentos de intercambio hechos, el 27 por ciento de los varones y el 14 por ciento de las mujeres informaron de intentos de canje de inversión por sexo; el 5 por ciento de los varones y el 9 por ciento de las mujeres informaron de intentos de canje de sexo por inversión. Acerca de los intentos de intercambio iniciados por otros, el 14 por ciento de los varones y el 20 por ciento de las mujeres dijo que alguna otra persona había intentado canjear inversión por sexo con ellos, y el 8 por ciento de los hombres y el 5 por ciento de las mujeres indicó que alguna otra persona había tratado de canjear sexo por sus inversiones. Un grupo de individuos de más edad, especialmente uno que sea más representativo de la población general, probablemente daría cuenta de frecuencias más altas de estas experiencias, dijo Kruger. La suposición es que una población de mayor edad tendría más necesidades insatisfechas y sería más activa sexualmente. Kruger dice que las conclusiones del estudio son importantes ya sólo por el hecho de que se hayan obtenido informes de canjes, sobre todo si consideramos la juventud y el estado económico de los jóvenes. En otras palabras, aunque no necesitan demasiados recursos son, sin embargo, receptivos a los intentos de intercambio. “La confirmación de las predicciones en relación con estos canjes demuestra, una vez más, el poder de un marco evolutivo para la comprensión de la psicología y comportamiento humanos”, dijo Kruger. El artículo “Young Adults Attempt Exchanges in Reproductively Relevant Currencies” se publica en la edición de abril de la revista Journal of Evolutionary Psychology.
Lunes, 14 de Abril de 2008
Aplicaciones
- MindPicnic google Map quiz: Con esta aplicación puedes aprender geografía de una forma divertida. Muestra una imagen aleatoria de Google Maps y hay que indicar en un mapa mundi el lugar correcto donde se encuentra dicho lugar.
Aplicaciones
- Arqueotur: Es un portal sobre turismo arqueológico. Utiliza Google Maps para situar yacimientos arqueológicos, museos, y demás lugares relacionados con la arqueología. Su objetivo es facilitar la accesibilidad al mundo arqueológico al público en general y a los profesionales del sector. El ámbito geográfico que abarca es el suroeste de Europa incluyendo el sur de Francia, Andorra, España y Portugal, así como Gibraltar.
Noticias de Ciencia
- Los últimos datos astronómicos disponibles y los nuevos proyectos sugieren que tarde o temprano detectaremos planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas. Detectar planetas gigantes pesados ha sido relativamente fácil. El tirón gravitatorio que producen es lo suficientemente fuerte como para que veamos cómo las líneas espectrales de la luz procedente de su estrella se desplazan por Doppler. Además éstos tienen tamaños grandes, de tal modo que si pasan por delante de la estrella, fenómeno que visto desde la Tierra se llama tránsito, bloquean la suficiente luz como parar poder ser detectados. Pero detectar planetas de tamaño terrestre en la zona habitable es mucho más difícil porque son menos masivos y están más lejos de su estrella, por lo que su tirón gravitatorio es más débil y lento. Además, para que se produzca un tránsito (el otro método habítual) hay que observar mucho tiempo, con mucha precisión y tener mucha suerte con la alineación entre su plano orbital y nuestro punto de vista desde la Tierra. El número de planetas detectados por una u otra técnica supera ya los 270, pero ninguno es de un tamaño tan pequeño como el de la Tierra. Como ejemplo podríamos citar el planeta rocoso, tipo “supertierra” descubierto recientemente por astrofísicos españoles y denominado GJ 436c. Según sus cálculos tiene un periodo orbital de 5,2 días terrestres, 5 masas terrestres, y podría ser el más pequeño encontrado hasta la fecha. Ha sido descubierto gracias a una variación del método Doppler al detectarse las perturbaciones que ejercía sobre otro planeta de su mismo sistema (el de la estrella CJ 436) y que causaba cambios en su órbita. Esta nueva técnica recuerda el descubrimiento de Neptuno por Adams y Le Verrier. Para poder medir espectros con más precisión grupos de científicos están ahora desarrollando unos láseres de referencia más precisos. La técnica consistiría en usar “peines” láser, que proporcionarían espectros de referencia ultraprecisos, junto a relojes atómicos. Esto permitiría medir desplazamientos en los espectros con una precisión 60 veces superior a la actual. Es decir, se podrían medir desplazamientos por Doppler de 1 cm por segundo, suficiente como para detectar planetas de tipo terrestre. En junio de este año un grupo del Harvard-Smithsonian, que trabaja en esta técnica, empezará a probar un prototipo en el telescopio MMT del monte Hopkins en Arizona. En 2009 se instalaría en el telescopio de 4,2 metros William Herschel situado en el observatorio de La Palma (España). El grupo rival, del ESO, ya está usando esta técnica en un telescopio solar (otras aplicaciones de esta técnica sería el estudio de terremotos sobre las estrellas) en Tenerife (España). Planean usarlo en un telescopio nocturno de 3,6 m del observatorio de La Silla (Chile) y eventualmente en el de 8,2 m de Cerro Paranal (Chile). Las técnicas basadas en tránsitos parece que también proporcionan y prometen éxitos. A veces incluso basta poco de dinero y mucha imaginación para tener éxito. Ya informamos del uso de telescopios pequeños para este menester. Los responsables del proyecto Wide Area Search for Planets (SuperWasp) han anunciado recientemente el descubrimiento de 10 nuevos planetas extrasolares mediante el sistema de tránsito. Todos son planetas gigantes, pero esto nos indica que este método es bastante útil. De hecho ya se han detectado 46 planetas con esta técnica, de los cuales 15 se deben a SuperWasp, que es el más exitoso. Este sistema consiste en varias baterías de cámaras robotizadas que exploran el firmamento para cazar este tipo de eventos. De los descubiertos por SuperWasp el planeta gigante WASP-12b es probablemente el más singular. Orbita tan cerca de su estrella que su año dura un día terrestre y su temperatura se estima en 2300 grados centígrados. Hay varias instalaciones dedicadas a este tipo de observaciones repartidas por diversos lugares como en las Islas Canarias, Arizona, Hawaii, Chile, Australia, Francia o Sudáfrica. Cada noche se recogen datos de millones de estrellas en espera que, en el transcurso de las semanas y los meses (dependiendo del periodo orbital de los planetas), alguna de ellas parpadee. El sistema RISE es una cámara desarrollada entre varias universidades e instalada en el telescopio de 2 m que la Universidad de Liverpool tiene en La Palma. Esta cámara ha sido desarrollada principalmente para la detección de planetas de tipo terrestre que orbiten alrededor de estrellas que ya se sepa que contienen planetas gigantes. Permitiría la detección de los mismos por el método del tránsito. Midiendo el tiempo de tránsito de un planeta gigante sobre su estrella se podría inferir la existencia de planetas más pequeños. El tiempo de tránsito sería siempre el mismo si el planeta estuviera aislado, pero variaría debido a la presencia de otros planetas, que producirían cambios pequeños en sus parámetros orbitales. Ver tránsitos es también el objetivo de misiones espaciales como la europea Corot de la ESA. Este satélite ya está midiendo tránsitos sobre las estrellas y quizás nos dé alguna sorpresa dentro de poco tiempo. También la misión Kepler de la NASA, un poco más ambiciosa, lo hará pronto, ya que se estima que será lanzada en 2009. Hay otra técnica, más costosa, que está basada en la medida de la posición de la estrella con precisión extrema. La misión SIM (Space Interferometry Mission) de la NASA se encargaría de ello, pero las dificultades económicas de esta institución probablemente retrasarán o cancelarán este proyecto. La NSF mantiene como prioridad número uno la detección de planetas terrestres al menor coste posible. Si se descubren planetas de este tipo con una tecnología más barata es difícil que se financien tecnologías más caras que efectúen lo mismo. Aunque misiones como SIM detectaría planetas que, debido a sus orientaciones orbitales, serían difícilmente detectables por las otras técnicas. Tendremos que esperar mucho hasta poder ver imágenes de planetas de tipo terrestre y afirmar que contienen vida, pero una noticia reciente ha dado esperanzas a aquellos que sueñan con este tipo de descubrimiento. Gracias al telescopio Hubble se ha podido detectar vapor de agua y metano en el planeta gigante HD 189733 b, que está situado a 63 años luz de nosotros. El agua y el metano (gas natural) son compuestos fundamentales a la hora de crear moléculas orgánicas y dar lugar a un química prebiótica. Es la primera vez que se detectan moléculas de este tipo en un planeta fuera del sistema solar. El planeta está demasiado caliente y es demasiado grande para albergar vida, pero el hecho de poder detectar este tipo de moléculas orgánicas (aunque no biológicas) nos dice que tarde o temprano las podemos detectar en otros planetas más propicios. El planeta pasa delante de su estrella cada 2,2 días y su temperatura se estima en 900 grados centígrados, suficientes como para fundir plata. Los espectros de la estrella y de la estrella con el planeta en tránsito pueden ser restados para así obtener las líneas de absorción en el espectro de la atmósfera planetaria según la luz de su estrella se filtra a través de la misma. Los espectros se tomaron con la cámara infrarroja NICMOS del telescopio espacial Hubble, aunque ya había datos sobre el agua suministrados por el telescopio espacial Spitzer. Este descubrimiento abre las puertas a que el futuro telescopio espacial James Webb pueda detectar este tipo de compuestos en otros planetas. Quizás en un futuro podamos ver planetas de tipo terrestre en zonas habitables con la firma espectral del oxígeno libre en gran cantidad en sus atmósferas. Entonces ya podríamos decir que hay vida en otros mundos.
Jueves, 10 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Quizás los animales están atascados en el tiempo y carezcan del sentido de que el tiempo se extiende hacía atrás en el pasado o hacia adelante en el futuro. De los muchos entes físicos que hay en el Universo el tiempo es probablemente el más misterioso. Lo podemos medir con la precisión exquisita de los relojes atómicos, podemos referir muchas otras cosas a él, podemos hablar de la flecha del tiempo, de la entropía y de la expansión del Cosmos, pero su esencia se nos escapa. Los físicos teóricos todavía no saben decir qué es el tiempo. Aunque ellos ya mostraron que el tiempo es relativo, maleable según el sistema de referencia o la presencia de masa. Pero estos conceptos objetivos chocan con nuestra percepción psicológica del tiempo. En nuestra cabeza creemos de algún modo que el tiempo fluye, cuando en realidad lo que fluye es todo lo demás. También sospechamos que el tiempo probablemente sea la sustancia de la que está hecha la vida. Una vida limitada siempre a un indeterminado plazo de tiempo, siempre corto. Sobre el tiempo situamos nuestras experiencias pasadas en un pretérito perfecto o imperfecto; y sobre él, en un presente instantáneo, planeamos nuestro futuro pluscuamperfecto. Sin nuestros recuerdos, sin nuestro pasado, sin nuestra memoria no seríamos nada y nos veríamos abocados, como pacientes de Oliver Sacks, a vivir sólo en un presente de pasado inventado a cada instante. Ha habido también gente que nos ha contado mitos sobre el efecto de la cultura en esta percepción y la supuesta ausencia del concepto de futuro en ciertas comunidades. Los neurólogos y psicólogos han podido a veces estudiar la percepción del tiempo en humanos. Probablemente todos los humanos tengamos una percepción del tiempo, si no igual, muy parecida. Pero, ¿y los animales? ¿Podemos aprender de ellos sobre el relativismo psicológico del tiempo? No parece que sea fácil estudiar la mente humana, pero en animales parece todavía más complicado. Si tiene un perro quizás haya notado que su amigo de cuatro patas se muestra igualmente contento de verle de nuevo transcurridos cinco minutos o cinco horas de haberse ido usted. ¿Tiene su perro una idea clara del trascurso del tiempo? Ahora unos investigadores de la Universidad de Western Ontario quizás nos puedan aclarar un poco este asunto. Según William Roberts y sus colaboradores, que han estudiado ratas de laboratorio, estos animales son capaces de saber cuánto tiempo ha pasado desde que descubrieron un trozo de queso, si es poco o mucho tiempo, pero estos seres no crean recuerdos de cuándo sucedió el descubrimiento. Es decir, las ratas no pueden situar sus recuerdos en el tiempo. En estudios previos se había sugerido que las ratas y una especie concreta de pájaro parecían recordar el haber almacenado o descubierto comida, pero no estaba claro que los animales recordaran exactamente cuándo sucedieron esos hechos o cuánto tiempo había pasado desde entonces. Para encontrar el nuevo resultado estos investigadores diseñaron un experimento en el cual hacían que unas ratas visitaran un laberinto a diferentes horas del día. Algunos de los pasillos de este laberinto contenían bolitas de comida y uno de ellos un deseable trozo de queso. Después se devolvía a las ratas, en diversas ocasiones, al mismo laberinto con el queso reemplazado por otro tipo de comida. Sobre tres grupos de ratas se estudió si poseían los conceptos de “cuándo”, “desde hace cuánto tiempo”, o “cuándo y desde hace cuánto tiempo”. Según sus resultados las ratas sólo comprendían hace cuanto tiempo la comida fue encontrada. Según los investigadores la memoria episódica de las ratas es cualitativamente diferente a la humana, en la que se retiene el momento del pasado en el que sucedió un determinado evento. Las ratas recuerdan si hicieron algo, como haberse hecho con comida hace unas horas o cinco días. Pero cuanto más tiempo haya pasado de un evento más debilitado estará el recuerdo del mismo, pues la memoria de las ratas se debilita en el transcurso del tiempo. Aunque las ratas pueden aprender diferentes secuencias de acciones usando vestigios de recuerdos fuertes o débiles como indicadores, y de esta manera responder de diferente manera dependiendo del tiempo trascurrido desde que ocurrió el evento, no recuerdan, sin embargo, que el evento ocurriera en un punto específico del pasado. Según Roberts el estudio apoya la teoría de que los animales están atascados en el tiempo, y que carecen del sentido de que el tiempo se extiende hacía atrás en el pasado o hacia adelante en el futuro.
Miércoles, 9 de Abril de 2008
Aplicaciones
Google Maps
- Placechannel: Si Panoramio posiciona fotos en cualquier lugar del mundo, este programa hace lo mismo con vídeos. Está disponible tanto en español como en inglés.Se puede navegar sin un rumbo fijo e incluso puedes dejar tus propias grabaciones siempre y cuando estén disponibles previamente en internet.
Noticias de Ciencia
- Quizás la figura de una mujer dependa más de sus condicionamientos genéticos que de una dieta rigurosa o de la práctica de ejercicio frecuente. Unos expertos de la Universidad de Tel Aviv y del King’s College de Londres dirigidos por Gregory Livshits han encontrado una relación entre el peso de la mujer y sus genes. De este modo la delgadez sería heredada genéticamente como también lo es el color de los ojos u otros rasgos. El hallazgo fue publicado en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism. La mala noticia es que nuestras características físicas, incluyendo el peso corporal, dependería de nuestros genes. La buena noticia es que las mujeres que están predispuestas a la obesidad pueden saberlo anticipadamente y hacer algo para evitarlo. Hasta ahora los científicos no estaban seguros sobre el papel de las influencias medioambientales y genéticas en este asunto del peso corporal de las mujeres. Según el estudio cuando se tiene en cuenta la edad, el peso de una mujer puede estar determinado por los genes en un 50% de las veces. El estudio se realizó sobre 3000 mujeres de edad media del Reino Unido y gemelas univitelinas (éstos gemelos comparten los mismos genes). Entonces Livshits midió sus masas corporales y las comparó con sus marcadores genéticos. Esperan además publicar otro resultado próximamente que pueda ayudar a elaborar un test genético que ayude a las mujeres que intentan perder peso a entender a qué clase de problema se enfrentan. Aquellas que carezcan de determinado tipo de genes les costará más permanecer delgadas. Es importante no tener unas expectativas muy altas en este asunto que puedan dar al traste con la motivación. Según este experto las mujeres deben de saber que lo que pueden hacer con su peso corporal es poco y los logros sólo los pueden conseguir con mucha dificultad. Por tanto, si su amiga se pone ciega a pasteles y aún así le quedan tan bien esos vestidos tan estrechos, mientras que usted engorda con dos acelgas y nada le sienta bien recuerde que, en gran medida, es culpa de los genes.
Martes, 8 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Los microorganismos que hay en el suelo no sólo son resistentes a los antibióticos, sino que incluso pueden llegar a alimentarse de ellos. Los antibióticos son los fármacos que poseemos para luchar contra las infecciones, se supone que deben de matar a las bacterias y no alimentarlas. Sin embargo, científicos de la Universidad de Harvard han descubierto que hay microorganismos en el suelo que literalmente se alimentan de ellos, utilizándolos como una fuente más de nutrientes. Esta capacidad tan inquietante es nueva y ahora hay una carrera para saber cómo lo han logrado, para el caso en que otras bacterias que produzcan enfermedades en los seres humanos terminen por adquirir la misma capacidad. Por otro lado este estudio explica por qué el suelo no contiene muchos antibióticos pese a que el ser humano se deshace de ellos continuamente, liberándolos al medio ambiente. Según algunos expertos es una suerte que existan estas bacterias “comedoras de antibióticos”, ya que eliminan del medio a estos poderosos fármacos que de otra manera podrían hacer más resistentes a los mismos a otras bacterias causantes de enfermedades y terminar siendo inútiles pronto. Al retirar este contaminante las bacterias perjudiciales no se adaptarían aún más rápidamente a ellos. El estudio es liderado por George Church de Harvard Medical School. Se encontraron con este resultado por casualidad. La idea original era el desarrollo de biocombustibles a partir de desechos agrícolas. Las plantas contienen muchas toxinas y la meta era encontrar microorganismos que degradarán ciertos compuestos. Ya que el suelo contiene de forma natural restos vegetales, pensaron que los mejores candidatos se encontraría precisamente en la tierra que pisamos. Así que el equipo tomó muestras de suelo de 11 lugares diferentes en los estados de Massachusetts, Minnesota y Pennsylvania, tanto en parques públicos, como en bosques naturales o campos de cultivo fertilizados con estiércol. Pensaron que la exposición a antibióticos de las bacterias candidatas seleccionaría a las más resistentes. Pero lo que descubrieron no sólo fue que había bacterias resistentes a los antibióticos, sino que algunas los metabolizaban. Es decir, se alimentaban de ellos. Anteriormente se habían hallado bacterias en el suelo capaces de degradar antibióticos, pero no era muy sorprendente, ya que algunos antibióticos como la penicilina son naturales y ha dado tiempo a cierta coevolución entre bacterias y el hongo productor del antibiótico. Pero la sorpresa en este caso es que algunas bacterias se alimentaban de hasta 18 tipos diferentes de antibióticos, incluyendo algunos artificiales como la gentamicina, vancomicina o Cipro, que están en la primera línea del tratamiento de infecciones en personas y animales. Estas bacterias, que prefieren alimentarse de otras sustancias como los azúcares, son capaces de crecer en el laboratorio alimentadas sólo con antibióticos, aunque su crecimiento sea un poco más lento. Pueden metabolizar individualmente cada uno de los antibióticos probados, incluso a niveles de entre 50 y 100 veces superiores a los que se administra a los pacientes humanos. La ventaja inicial es que estas bacterias del suelo no representan una especial amenaza para el ser humano y, de momento, ninguna bacteria patógena posee esta habilidad. La cuestión es saber si esta capacidad puede ser transferida a los patógenos humanos y que éstos se hagan resistentes a los antibióticos hasta el punto de prosperar en su presencia. La meta ahora es identificar los genes que permiten esta capacidad y comprobar si ésta es susceptible de ser transferida, para así prevenir un eventual problema en el futuro.
Lunes, 7 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Descubren que la predicción del riesgo y el procesamiento de las emociones están neurológicamente relacionados. Unos investigadores de Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne y del Caltech han realizado un interesante descubrimiento neurológico sobre cómo el cerebro humano evalúa o predice el riesgo. Los resultados fueron publicados el pasado 12 de marcho en Journal of Neuroscience y arrojan luz sobre por qué ciertos riesgos como los riesgos financieros son subestimados frecuentemente. Además podría ayudar a entender comportamientos aditivos como el consumo de drogas o la ludopatía, que podrían estar causados por una mala evaluación del riesgo asumido. La planificación implica hacer predicciones. En ciertos ambientes, sin embargo, nuestras predicciones no son acertadas. Una errónea predicción del riesgo frecuentemente desemboca en un comportamiento inusual: euforia o apuestas excesivas cuando el riesgo se subestima, y ataques de pánico o depresión cuando predecimos que las cosas son más arriesgadas de lo que realmente son. Para entender estas reacciones anómalas frente a situaciones inciertas, necesitamos estudiar los mecanismos neurológicos subyacentes a cómo aprendemos a predecir el riesgo. Sorprendentemente se había efectuado poca investigación sobre este tema y no se sabía cómo el cerebro está involucrado en la predicción del riesgo. Usando imágenes por resonancia magnética funcional durante la realización de una tarea de apuesta, en la que el riesgo cambia constantemente, los investigadores descubrieron que una activación temprana de la ínsula anterior del cerebro está asociada con errores en la predicción del riesgo. El curso temporal en la activación indica además un papel de la actualización rápida, y esto sugiere que esta región cerebral está relacionada con cómo aprendemos a modificar nuestras predicciones del riesgo. El resultado es interesante porque la ínsula es un lugar donde integramos y procesamos emociones. Los expertos del campo juzgan como bastante importante este descubrimiento, ya que indica que necesitamos actualizar nuestra comprensión de las bases neuronales de la anticipación de la recompensa en circunstancias inciertas para incluir la valoración del riesgo. Al contrario de lo que decía Descartes, el hallazgo de que la predicción del riesgo y el procesamiento de las emociones están relacionados sugiere que las emociones pueden estar íntimamente relacionadas con la toma racional de decisiones, y ellas nos podrían ayudar a valorar el riesgo de manera correcta en un mundo incierto.
Jueves, 3 de Abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Australia inauguró hoy su primera planta de geosecuestración de dióxido de carbono, con el propósito de reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero, indicó el ministro de Recursos, Martin Ferguson.La planta del sureste del estado de Victoria, al sur del país, capturará y comprimirá 100.000 toneladas de dióxido de carbón, y durante un período de dos años lo inyectará a dos kilómetros de profundidad, en una reserva agotada de gas natural. Esta planta de los Otways, que no tiene objetivos comerciales y su propósito es ayudar a la investigación en ese campo, la gestiona el Centro de Investigación Cooperativa de CO2 (CO2CRC), y está financiada por el gobierno federal, el del estado de Victoria y grupos de la industria. "El Gobierno australiano reconoce que no hay una única solución a la reducción de nuestra huella ecológica, y por ello apoyamos la investigación y el desarrollo de un amplio abanico de opciones, entre ellas (energías) renovables, gas, una mayor eficiencia energética, gestión de la demanda, y por supuesto captura y almacenamiento de (dióxido de) carbono", señaló Ferguson en un comunicado oficial. El director general del centro, Peter Cook, explicó por su parte, y también en un comunicado, que se trata de la primera planta de estas características en el hemisferio sur, y una de las pocas existentes en todo el mundo. "El proyecto tiene un papel muy importante para demostrar la posibilidad técnica y medioambiental de la geosecuestración en Australia y en todo el mundo, y en preparar el camino para su aplicación generalizada", explicó en su nota. Cook describió la planta como un espectacular ejemplo de innovación, y destacó que "en menos de diez años hemos llevado el almacenamiento y captura de dióxido de carbono de ser un concepto a una realidad". La geosecuestración es una tecnología de baja emisión que puede reducir de forma muy significativa las emisiones producidas por la quema de carburantes fósiles, como el petróleo, el gas o el carbón. Según el centro, con la planta de los Otways, serán nueve las plantas de geosecuestración en funcionamiento en todo el mundo. Las otras son las de Sleipner (Noruega), Weyburn (Canadá), Minama y Yubari (Japón), In Salah (Argelia), Frio (EEUU) K12B (Holanda) y CO2SINK (Alemania). Australia ratificó el Protocolo de Kioto en diciembre pasado, tras la victoria electoral del gobierno laborista de Kevin Rudd, y diez años después de que el gobierno anterior de John Howard lo firmara, en 1997, junto a otros 65 países, pero más tarde rechazó ratificarlo. Entre 1995 y 2005 Australia fue el país industrializado que emitió, por cápita, más gases nocivos en el medio ambiente, y es uno de los que está más amenazados por las consecuencias de un calentamiento de la Tierra si no se frena el cambio climático. Los expertos estiman que a menos que se consiga frenar el cambio climático, las temperaturas en Australia aumentarán entre 4 y 5 grados a mediados del presente siglo. EFE
Miércoles, 2 abril 2008
Noticias de Ciencia
- El tendenciosamente apodado "ADN basura" podría contener el secreto del origen evolutivo de los animales complejos, según una nueva investigación del Dartmouth College (Estados Unidos) y la Universidad de Bristol (Reino Unido). En el estudio, se ha analizado la genómica de peces muy primitivos que aún existen, tales como los tiburones, las lampreas, y sus parientes invertebrados, entre los que se cuentan las ascidias. (NC&T) Los vertebrados, animales que, como los humanos, poseen una columna vertebral, son los más complejos de todos los organismos, anatómica y genéticamente hablando, pero explicar cómo alcanzaron esta complejidad ha sido un objetivo inalcanzado por los científicos desde la concepción de la teoría de la evolución. La investigadora Alysha Heimberg, del Dartmouth College, junto a sus colegas, han mostrado que los microARNs, una clase de moléculas diminutas descubiertas sólo recientemente y que residen dentro de lo que en su día se dio por considerar "ADN basura", resultan ser muy diversas hasta en los vertebrados menos sofisticados, pero están relativamente poco presentes en los genomas de nuestros parientes invertebrados. Hubo un incremento explosivo del número de nuevos microARNs agregados al genoma de los vertebrados, lo que no tiene precedentes en la historia evolutiva. La mayor parte de estos nuevos genes son necesarios para el crecimiento de órganos exclusivos de los vertebrados, tales como el hígado, el páncreas, y el cerebro. Por consiguiente, el origen de los vertebrados y el de estos genes no son ninguna coincidencia. Este estudio no sólo señala el camino para comprender el origen evolutivo de nuestro propio linaje, sino que también nos ayuda a entender cómo nuestro genoma fue conformado en tiempos remotos.
Martes, 1 de abril de 2008
Noticias de Ciencia
- Según los resultados del observatorio de rayos cósmicos High-Resolution Fly’s Eye y Auger las partículas más energéticas de los rayos cósmicos nunca alcanzan la Tierra, de acuerdo a una predicción de hace más de 40 años. El límite Greisen-Zatsepin-Kuzmin (GZK) fue propuesto en 1966 porque, según los cálculos, cualquier partícula de rayo cósmico con una energía superior a un determinado valor, en su largo viaje hasta la Tierra, interaccionaría con la propia radiación del fondo cósmico producida por el Big Bang y que rellena el espacio vacío desde hace más 13.000 millones de años. Demostrar la existencia de este límite GZK ha sido una meta de los investigadores en este campo durante los últimos 40 años. Ahora un grupo de 60 científicos de siete instituciones dice que la respuesta es que el límite existe. La conclusión se basa en las observaciones realizadas por el observatorio de rayos cósmicos High Resolution Fly’s Eye (HiRes) instalado en desierto de Utah y del observatorio Auger en Argentina. Los datos muestran que el número de rayos cósmicos ultraenergéticos decae una vez superado ese límite. Lo paradójico es que estos datos contradicen los obtenidos por el detector AGASA en Japón, que observó 10 veces más rayos cósmicos ultraenergéticos, y que sugerían que no existía tal límite. También hay ciertas discrepancias menores entre los datos delos observatorios HiRes y Auger. Según los datos de Auger los rayos cósmicos más energéticos observados corresponderían a los procedentes de núcleos de galaxias activas, donde se cree que hay agujeros negros supermasivos. Estas fuentes están distribuidas uniformemente en la esfera celeste, pero según estos científicos los que nos pueden alcanzar son los que pertenecen al supercúmulo local, es decir, los que están a una distancia de 150 millones de años luz o menor. Los rayos cósmicos se descubrieron en 1912 y están formados por partícula subatómicas, principalmente protones (núcleos de hidrógeno), o núcleos de elementos más pesados como oxígeno, carbono, etc. El propio Sol emite este tipo de rayos cósmicos de baja energía (relativa), las supernovas y otros fenómenos emiten rayos cósmicos de media energía. La fuente de los rayos cósmicos de alta energía ha sido un misterio durante mucho tiempo, pero los datos de Auger sugieren que proceden de los núcleos galácticos activos, corroborando así una popular hipótesis en la comunidad científica. Esas partículas son 100 millones de veces más energéticas que cualquier otra producida por el hombre en los aceleradores de partículas. En unidades más acordes a la Física se estima que un rayo cósmico es ultraenergético si tienen una energía de 1018 electrón voltio (eV). El más energético jamás registrado tenía 3×1020 eV y fue detectado en 1991. Para hacernos una idea, se puede calcular que esa energía son unos 50 julios, equivalente a la energía que llevaría un ladrillo de cinco kilos (o una mancuerna o pesa de gimnasio), cayendo desde un metro de altura, al alcanzar en el suelo su pie. Pero en este caso toda esa energía estaría concentrada en una sola partícula subatómica. El límite GZK se estima en los 6×1019 eV. Desde 1997 a 2006 sólo se han detectado 13 eventos con una energía superior al límite GZK en el HiRes. Esto demostraría que la mayor parte de los rayos cósmicos ultraenergéticos quedarían bloqueados en su camino por interacción por los fotones de la radiación de fondo de microondas. Ninguno de estos telescopios detecta estas partículas directamente. Una vez alcanzan la atmósfera los rayos cósmicos producen reacciones subatómicas y generan otras partículas y fotones. HiRes, por ejemplo, detecta los destellos ultravioletas producidos por los rayos cósmicos en la alta atmósfera gracias al empleo de espejos y tubos fotomultiplicadores. Los expertos creen que quizás las discrepancias encontradas se deban a los distintos métodos de detección empleados por los distintos observatorios. Es de suponer que en un futuro se solventen las discrepancias con más observaciones y nuevos detectores. No obstante da qué pensar cómo serían los rayos cósmicos más energéticos jamás producidos y que nunca llegaron a la Tierra.
Lunes, 31 de Marzo de 2008
Noticias de Ciencia
- Unas amebas engañan a sus semejantes para darse a sí mismas más probabilidades de supervivencia frente a sus congéneres. El engaño, al menos para determinados seres microscópicos, quizás esté en los genes. Un estudio encaminado a estudiar los comportamientos sociales sugiere que ciertos individuos están programados para engañar y con frecuencia lo hacen, saliéndose con la suya. Los investigadores estudiaban un “moho del lodo” o “moho mucoso”, que está formado por una ameba social (Dictyostelium discoideum) que se ve forzada a cooperar con sus semejantes cuando la comida escasea. El estudio a nivel celular de este organismo puede proporcionar a los científicos pistas sobre cómo influyen los genes en el comportamiento humano. El equipo internacional encontró que algunas amebas tiene la habilidad de usar tácticas de engaño para obtener así más posibilidades de sobrevivir. Según los investigadores el estudio no sólo demuestra que el engaño es un fenómeno natural dirigido por los genes, sino que además está extendido entre los seres sociales. Este tipo de ameba se alimenta libremente de bacterias del suelo, pero si la comida escasea se agrega con otras para formar un cuerpo fructífero de unas 100.000 células. Algunas de ellas terminan siendo esporas, mientras que un cuarto de ellas forman un tallo que muere sacrificado para que las esporas sean dispersadas por el viento y vayan a parar a un nuevo lugar más propicio en donde haya alimento. Las esporas germinan después para generar amebas y cerrar así el ciclo. En los trabajos previos estos investigadores se centraron el extraordinario nivel de cooperación que hay entre las células con la esperanza de entender cómo algunas células (las del tallo) llegaban a ese comportamiento tan altruista. Concluyeron que ese acto de generosidad era debido al costo inaceptable de la no cooperación, ya que sin tallo ninguna ameba podría escapar hacia otros lugares donde sobrevivir y todas se malograrían. Pero en la última investigación han descubierto un complejo y oscuro complot en el que algunas células engañan al sistema haciendo trampas para darse a ellas mismas más probabilidades de sobrevivir. Este juego mortal debe de estar constantemente evolucionando según las células encuentran nuevos y mejores modos de hacer trampas en lo que debe de ser una “carrera de armamentos” evolutiva. Según Chris Thompson, profesor en la Universidad de Manchester y partícipe en el estudio, el comportamiento social es un problema sin resolver en Biología. ¿Por qué alguien va a ser altruista y entregarse para el beneficio de otro? Thompson afirma que según sus resultados no hay una respuesta simple capaz de explicar las observaciones, pero que varios factores podrían entran en juego. Una buena analogía según él es cuando un barco se está hundiendo. Si algunas personas tramposas engañan al resto no achicando agua conservarán una energía que les será beneficiosa, pero el proceso de achique requerirá de más tiempo. Lo malo es si no hay suficiente gente achicando agua y el barco finalmente se hunde y todos se ahogan, incluyendo a los tramposos. Según Thompson lo interesante es notar que el engaño sólo se da en presencia de no tramposos, si los tramposos están rodeados de otros tramposos todos contribuyen en grupo al esfuerzo colectivo, conscientes de que si nadie hace un esfuerzo todos morirán. Aunque puede ser que tomar un ser tan simple como una ameba como modelo de comportamiento en relaciones humanas sea un poco arriesgado, no hay dudas que este tipo de modelos puede hacernos pensar sobre la sociedad.
Jueves, 27 de Marzo de 2008
Noticias de Ciencia
- La nave Cassini encuentra pruebas que apuntan a que Titán podría tener un océano de agua a gran profundidad que cubriría todo el satélite de Saturno. La sonda Cassini orbita alrededor de Saturno desde hace unos años y en algunos de sus encuentros con Titán (una luna de mayor tamaño que el planeta Mercurio) utiliza ondas de radar para penetrar su opaca atmósfera y levantar su mapa de su orografía. Varios de sus descubrimientos han sido cubiertos por NeoFronteras desde su creación. Miembros del grupo de investigadores de radar de apertura sintética han estudiado dados de radar de 19 de esos encuentros de la sonda con esta luna, estableciendo 50 marcas de referencia sobre su superficie. Han encontrado que los accidentes del terreno más prominentes se han desplazado más de 30 km desde su posición original en este tiempo (Titán rota sincrónicamente con su órbita presentando la misma cara a Saturno como nuestra Luna a la Tierra). Esto es difícil de explicar a no se que se admita que la corteza de hielo esté desacoplada del núcleo interior por la existencia de un océano de agua situado entre los dos. Este desplazamiento estaría motivado por el movimiento de rotación y por los movimientos estacionales de la luna. Aunque se han propuesto otras explicaciones. Lo bonito es que este efecto fue predicho con anterioridad a haberse descubierto. De confirmarse Titán, además de ser la única luna con atmósfera apreciable, sería la cuarta luna del sistema solar con océanos de agua subterráneo, junto a Europa, Ganímedes y Calixto (estos tres de Júpiter). El modelo predice un determinado desplazamiento para los próximos años por lo que la teoría se puede verificar. La profundidad a la que se encuentra este océano es muy grande, llegando a estimarla en unos 100 km. El grosor de ese océano lo estiman en cientos de kilómetros y el agua que lo compone probablemente esté mezclada con amoniaco, ya que la temperatura no es muy alta y el amoniaco (presente en los hielos del sistema solar exterior) actuaría como anticongelante. Aunque la combinación de la presencia de sustancias orgánicas (congeladas) en su superficie con un océano de agua líquida es muy excitante para los astrobiólogos la separación entre ambos medios es inmensa. Sin embargo, han especulado con que de alguna manera parte de esa agua llegue a la superficie gracias a las “fuerzas tectónicas”, por ejemplo gracias a los criovolcanes. Al poco de su llegada a Saturno Cassini dejó caer la sonda europea Huygens sobre la superficie de la luna que transmitió datos durante unas horas. Si hay vida en ese océano tampoco va ser fácil comprobarlo, a no ser que se dé la hipotética posibilidad de que parte de esa agua llegue a la superficie junto a microorganismos y allí depositáramos una nueva sonda diseñada para comprobarlo, ya que la Huygens no estaba pensada para ese propósito. En todo caso sería vida muy primitiva, probablemente consistente en seres unicelulares, si es que existe. Desde NeoFronteras queremos recordar que, aunque el agua líquida es esencial para la vida, no necesariamente hay un mecanismo de causa efecto entre la existencia de agua y aparición o mantenimiento de la vida, y que quizás el entusiasmo en este punto sea excesivo. Además de agua líquida debe de haber una fuente de energía y un gradiente de la misma para que termodinámicamente se puedan dar las condiciones mínimas de mantenimiento de una vida ya existente. Además de las dunas de sustancias orgánicas, su densa atmósfera, sus lagos de metano líquido y su extraña geología, Titán probablemente tenga un océano global de agua líquida a gran profundidad bajo el hielo de su superficie al igual que algunas lunas de Júpiter.
Miércoles, 26 de Marzo de 2008
Noticias de Ciencia
- Según un estudio la gente proyecta sus propios valores y sentimientos sobre los demás. Este resultado podría ayudar a entender las bases neuronales de los prejuicios y comportamientos de exclusión social. ¿Qué sabemos sobre lo que está pensando o va a hacer una persona? ¿Se ha preguntado por qué parece que usted entiende bien a cierta clase de personas, incluso cuando conoce relativamente poco de ellas? Resulta que hay una razón biológica de por qué nos es fácil meternos en la piel de determinadas personas, y difícil en la de otras. Científicos de la universidad de Harvard y de la universidad de Aberdeen dirigidos por Adrianna C. Jenkins han estudiado la actividad cerebral de unos voluntarios y sugieren que la gente proyecta sus propios valores y sentimientos sobre los demás incluso si sólo hay una pequeña evidencia de que el otro tiene algo en común con ellos. Estos científicos han descubierto que hay un grupo de neuronas que inician su actividad durante la evaluación. Después, cuando a los sujetos se les pide predecir cómo se sentirá la otra persona y creen que sentirán como se sentirían ellos en las mismas circunstancias estas neuronas se mantienen activas. Si por el contrario se convencen de que sus pares no tienen una manera de pensar similar a la suya, las neuronas de este grupo se desactivan. Los investigadores afirman que este descubrimiento allana el camino a entender cómo los estereotipos crecen a partir de un pequeño detalle hasta llegar a constituir grandes equívocos. Así por ejemplo, se podría explicar por qué un individuo que tiene poca información sobre otra persona puede tener dificultades para comunicarse con ella sobre diversos temas. En el estudio se pidió a 13 voluntarios que proporcionaran conclusiones sobre dos personajes ficticios basados en fotos y en dos esquemas simples que sólo contenían detalles básicos. Un personaje era un progresista de la Costa Este que iba a un pequeño colegio privado y el otro un conservador del Medio Oeste que iba a la universidad. A los participantes se les preguntaba por el personaje más cercano a ellos y sobre una serie de características de esa persona mientras que se monitorizaba su actividad cerebral con un sistema de resonancia magnética funcional. Los investigadores se centraron en un pequeño grupo de neuronas ubicadas en el córtex prefrontal ventromedial, región que se cree relacionada con los pensamientos autoreferentes y las emociones. A los voluntarios se les pedía predecir cómo se sentiría su personaje en determinadas circunstancias, como siendo el centro de atención, si ayudaría a un amigo, si le gusta el champiñón en la pizza, etc. La actividad de las células en cuestión se iniciaba cuando se preguntaba a los sujetos sobre sus propias ideas y permanecían activas cuando esa pregunta iba seguida de otra acerca del personaje con el que más se identificaban. Pero la actividad cesaba si la pregunta era acerca del otro personaje. Los resultados sugieren que complementamos con características propias a la gente que sentimos más similares a nosotros. En el día a día no tenemos una manera de meternos en la cabeza de otra así que proyectamos nuestros propios sentimientos y habilidades sociales sobre los demás para así entenderlos y predecir su comportamiento. La otra manera de deducir los sentimientos de los demás, sin tomar como referencia los propios, es basarse en las suposiciones sociales, y esto quizás sea una posible causa de problemas. Según éstos y otros investigadores este resultado podría ayudar a entender las bases neuronales de los prejuicios y comportamientos de exclusión, como en los casos de las tensiones sociales causadas por el racismo o por las disputas religiosas. Por otro lado algunos sostienen que se podría emplear esta tecnología para usos ciertamente malévolos, como saber lo que alguien siente realmente acerca de otro, aunque en la sociedad mantengan de cara al público una postura distinta. Según Jenkins cuanto más crea que la otra persona es como usted más empatía tendrá por ella, y que incluso puede que veamos a las personas que sean menos similares a nosotros como menos humanas. Jenkins y sus colaboradores están ahora investigando el efecto de usar personas de diferente raza para ver si se obtienen los mismos resultados. Según ella quizás haya esperanza de que podamos crear una empatía más fuerte por personas que sean distintas a nosotros.
Martes, 25 de Marzo de 2008